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El arte, el espíritu y la roca: Una visita al Sacro Speco

Imágenes de Silvia Costantini

Llegar a los destinos más codiciados suele exigir ciertos sacrificios. El Monasterio de San Benito en Subiaco, más conocido como Sacro Speco, es uno de ellos. Para llegar a sus puertas, hay que subir 300 empinados escalones cuesta arriba. Sin embargo, el esfuerzo merece la pena.

Sacro Speco
El Sacro Speco en el Monte Taleo

Encaramado en la roca del monte Taleo, este complejo benedictino, más conocido como Sacro Speco, es el elemento dominante de todo el valle. La austera belleza del monasterio se funde armoniosamente con los cálidos colores de la piedra caliza, cuya paleta cambia según la luz del día.

Sus orígenes se remontan al siglo VI, cuando el propio San Benito de Nursia encontró refugio en este lugar agreste y escarpado. En este entorno natural (aún) virgen, redactó la Regla benedictina, que revolucionaría el monacato occidental.

Ora et Labora

Sacro Speco
Sacro Speco, interior: San Benito y su famosa “regla”

Según la leyenda, San Benito, atormentado por el demonio, se refugió en una cueva del monte Tales, donde vivió como ermitaño durante tres años. Allí desarrolló el concepto de una vida monástica basada en la oración y el trabajo, resumido en el famoso lema benedictino, ora et labora. En 529, abandonó la cueva y fundó el monasterio, que construyó con la ayuda de sus discípulos.

El complejo se convirtió rápidamente en un centro de cultura y espiritualidad, atrayendo a novicios de toda Europa. La Regula Sancti Benedicti, que Benito escribió en Subiaco, se convirtió en el fundamento del monacato occidental y configuró profundamente la sociedad medieval.

La Regla benedictina establece un vínculo de por vida entre los monjes y su monasterio, basado en la dimensión comunitaria de la vida cenobítica, guiada por tres principios fundamentales: silencio, humildad y obediencia.

Las iglesias baja y alta

Sacro Speco
Cuando la roca se funde con el arte

El monasterio de Subiaco alberga dos iglesias de gran valor artístico: la inferior y la superior. La iglesia inferior fue construida en el siglo IX, y sus frescos incluyen raros y bellos motivos típicamente cristianos. Las figuras, austeras e hieráticas, se sitúan sobre un fondo dorado típicamente bizantino.

La iglesia superior data del siglo XII y está decorada con frescos de la escuela sienesa y umbro-marchigiana. Entre las obras más significativas se encuentran la “Flagelación de Cristo”, la “Huida de los Apóstoles” y el “San Francisco sin estigmas”, considerado el retrato más antiguo del santo.

Pero el monasterio de Subiaco es más que sus dos iglesias. Entre los tesoros por descubrir se encuentran la ermita de San Columba y la afamada biblioteca.

Sacro Speco
Asombrosas pinturas murales

La ermita de Columba es una pequeña cueva enclavada en la roca, donde vivió en retiro San Columba, discípulo de San Benito. La biblioteca conserva antiguos manuscritos, incunables y pergaminos de inestimable valor histórico y cultural. Esta colección de textos antiguos atestigua el papel central que desempeñó el monasterio en la conservación y difusión del saber durante la Edad Media.

Visitar el Monasterio de San Benedetto significa retroceder en el tiempo y sumergirse en la historia, la cultura, la religión y una impresionante belleza natural. La subida puede ser dura, pero la recompensa es una experiencia profunda que permanece con el peregrino mucho después del descenso de la montaña. Si busca enriquecimiento espiritual, inspiración artística o simplemente echar un vistazo a la vida de un monje benedictino, el Sacro Speco le ofrece una experiencia perfecta.

Sacro Speco of Subiaco

Entrada también disponible en: English Italiano

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