Skip to content Skip to sidebar Skip to footer

Escaladei: Un legado de excelencia vinícola en el Priorat catalán

Las escarpadas colinas de la región del Priorat catalán albergan las ruinas del que fuera el gran monasterio cartujo de Escaladei. Y aunque el monasterio lleva siglos inactivo, sus nobles restos son testimonio de siglos de pericia vitivinícola (antiguamente monástica).

Los orígenes de Escaladei (en latín Scala Dei, “Escalera de Dios”) se remontan a 1163, cuando unos monjes cartujos procedentes de Francia establecieron un monasterio en este remoto enclave. Estos monjes, que buscaban una vida de soledad y contemplación, trajeron consigo no sólo sus tradiciones monásticas, sino también un profundo conocimiento de la viticultura y la elaboración del vino.

A lo largo de los siglos, los cartujos transformaron el Priorat en una célebre región vinícola, cuidando meticulosamente sus viñedos y refinando las técnicas de vinificación que sentarían las bases del estilo distintivo de la región. La dedicación de los monjes a su oficio se vio recompensada con un flujo constante de elogios, y los vinos de Escaladei se convirtieron en un emblema de la excepcional calidad del Priorat.

Hoy en día, Escaladei es uno de los principales pilares del patrimonio vitivinícola del Priorat y produce algunos de los mejores vinos de la región. La bodega sigue abasteciéndose de uvas procedentes de algunos de los viñedos más prestigiosos del Priorat, incluidas antiguas cepas de garnacha y cariñena que prosperan en el terruño único de la región, de laderas rocosas y clima mediterráneo, las mismas cepas que los monjes cartujos trajeron consigo a la región allá por el siglo XII.

Conocidos por su complejidad y sus intensos perfiles de sabor, los vinos de Escaladei encarnan a la perfección el terruño del Priorat. Su profundo color rubí insinúa los sabores concentrados que contienen, algo que la nariz reconoce con su distintivo aroma a frutos rojos maduros y especias terrosas. En boca, los vinos Escaladei ofrecen un armonioso equilibrio de texturas, una riqueza aterciopelada y un final persistente.

Los monjes cartujos no sólo dejaron un legado duradero en la elaboración del vino, sino que también establecieron una ruta de peregrinación conocida como el Camino de los Cartujos. Esta peregrinación poco conocida, que serpentea por los espectaculares paisajes del Priorato, sigue los pasos de los monjes que viajaron desde Francia para establecer su monasterio. Hoy en día, el Camino de los Cartujos ofrece la oportunidad de experimentar el profundo patrimonio espiritual y cultural de la región, al tiempo que se sumerge en los impresionantes paisajes y los aclamados vinos producidos por Escaladei.

Esta antigua cartuja es un brillante ejemplo de excelencia vitivinícola en el Priorat, una región conocida por su terruño único y su cautivadora mezcla de historia, espiritualidad y tradición vitivinícola. Los vinos de Escaladei son un recuerdo vivo no sólo del rico patrimonio cultural de Cataluña, sino también del impacto duradero de los monjes cartujos que transformaron estas tierras en un paraíso de viticultura y profundidad espiritual.

Entrada también disponible en: English

Deje un comentario