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Iglesia del Santo Sepulcro

El Santo Sepulcro, situado en la Ciudad Vieja de Jerusalén, se considera el lugar más sagrado del cristianismo. Se cree que en este lugar ocurrieron acontecimientos cruciales de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, incluida su crucifixión en el Calvario (Gólgota) y su posterior entierro y resurrección. La iglesia actual incorpora estos lugares sagrados, siendo un importante destino de peregrinación desde el siglo IV. El complejo de la Basílica del Santo Sepulcro ha estado custodiado por varias comunidades cristianas a lo largo de los siglos, entre ellas la Iglesia Católica, la Iglesia Ortodoxa Griega y la Iglesia Apostólica Armenia.

La historia del Santo Sepulcro está marcada por una serie de destrucciones y reconstrucciones. Desde su construcción por orden del emperador Constantino el Grande en el siglo IV, el templo ha sufrido ataques, incendios y terremotos que han causado importantes daños a lo largo de los siglos. A pesar de estas adversidades, el lugar ha sido restaurado y renovado en múltiples ocasiones, manteniendo su importancia como centro espiritual y lugar de peregrinación para los fieles cristianos de todo el mundo.

El Santo Sepulcro también es conocido por el “statu quo”, un acuerdo que establece el reparto de propiedad y responsabilidades entre las distintas comunidades cristianas que lo custodian. Este acuerdo, que data del siglo XVIII, ha sido fundamental para mantener la paz y la estabilidad en el lugar, garantizando que las disputas religiosas no interfieran con la devoción y el culto en este lugar sagrado. A pesar de las tensiones políticas y religiosas en Jerusalén, el Santo Sepulcro sigue siendo un símbolo de unidad y fe para los cristianos de todo el mundo.

Además, dentro del complejo del Santo Sepulcro hay cinco estaciones de la Vía Dolorosa, el camino que según la tradición cristiana recorrió Jesucristo cargado con la cruz hasta el lugar de su crucifixión.

La décima estación, el despojo de las vestiduras, se encuentra justo al entrar en la iglesia subiendo por el Gólgota, y recuerda el momento en que Jesús fue despojado de sus vestiduras antes de ser crucificado. La undécima estación, la crucifixión, está cerca de la décima y marca el lugar donde Jesús fue clavado en la cruz. La duodécima estación, la muerte en la cruz, tiene lugar en el altar ortodoxo del Gólgota. La decimotercera estación, el descendimiento de la cruz, se sitúa entre las dos estaciones anteriores e incluye la Piedra de la Unción, donde fue ungido el cadáver. Por último, la decimocuarta estación, la sepultura en el sepulcro, señala el lugar donde Jesús fue depositado en el sepulcro tras su crucifixión, que hoy es el edículo.

 

    • Dirección
      Santo Sepulcro, Jerusalén
    • Web
      Ninguna
    • Horario de Visita
      Desconocido
    • Qué ver
      Tumba de Cristo, Gólgota, Cueva de Adán, Piedra de la Unción

Entrada también disponible en: English Italiano

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