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Mazu en Baishatun: La peregrinación sin ruta fija en Taiwán

Peregrinación de Mazu en Taiwán Wise Lee - Shutterstock
Peregrinación de Mazu en Taiwán Wise Lee - Shutterstock

Cada año, entre el primer y el cuarto mes del calendario lunar, un evento extraordinario tiene lugar en las llanuras occidentales de Taiwán: la Peregrinación de Mazu en Baishatun. Esta procesión anual, que se celebra desde 1863, recorre más de 400 kilómetros, conectando el Templo Gongtian en Baishatun, en el condado de Miaoli, con el Templo Chaotian en Beigang, en el condado de Yunlin.

Sin embargo, lo que hace única a esta peregrinación es algo excepcional: podría ser la única en el mundo sin una ruta fija.

A diferencia de otras peregrinaciones, donde los caminos están cuidadosamente trazados y los hitos bien definidos, la Peregrinación de Baishatun es totalmente imprevisible. El recorrido cambia cada año, guiado no por mapas o rituales preestablecidos, sino por las decisiones intuitivas de los porteadores del palanquín, quienes creen estar siguiendo la voluntad de Mazu expresada en tiempo real.

El legado de Mazu: Del mar al corazón de Taiwán

New Taipei, Taiwan - Dec 9, 2018 :Mazu,also known as Matsu,She is the goddess and patroness of the sea. Mazu is widely worshiped of fisherman and sailors.taken at Shilin Cixian Temple
Diosa y patrona del mar, Mazu es adorada sobre todo por pescadores y marineros

Mazu, también conocida como Matsu, es una deidad venerada como protectora de marineros y pescadores, reflejando la profunda herencia marítima de Taiwán. Aunque su culto se originó en las regiones costeras de Fujian, su influencia se ha expandido por toda la isla, donde los templos en su honor abundan y los festivales anuales celebran su presencia.

El corazón de la peregrinación es la imagen de Mazu del Templo Gongtian, transportada en un palanquín tradicional. Junto a ella viaja otra estatua, la “Mazu del Lado de la Montaña”, procedente del municipio de Houlong, un símbolo de unidad entre comunidades vecinas. Este recorrido no es solo un acto religioso, sino una manifestación viva de la riqueza cultural de Taiwán.

Un Camino sin mapa: Una peregrinación única en el mundo

Lo que hace verdaderamente única a la Peregrinación de Baishatun es la ausencia de una ruta predefinida. Mientras que la mayoría de las peregrinaciones – como el Camino de Santiago en España o el Kumano Kodo en Japón – siguen senderos establecidos, la de Baishatun solo tiene dos certezas: el punto de partida en el Templo Gongtian y el destino en el Templo Chaotian. Todo lo demás se deja al azar – a la inspiración divina.

Los porteadores del palanquín, encargados de llevar la imagen de Mazu, aseguran recibir sutiles señales espirituales que los guían en el camino. Girar a la izquierda en una callejuela de un pueblo, descansar bajo un frondoso baniano o tomar un desvío inesperado por los arrozales… cada decisión se toma sobre la marcha, siguiendo lo que se cree que es la mano invisible de Mazu.

Incluso la duración de la peregrinación es incierta. En 2009, el recorrido duró 6 días y 5 noches, mientras que en 2017 se extendió a 12 días y 11 noches. Los peregrinos parten sin un calendario fijo, dispuestos a seguir cualquier sendero que se les presente.

Peregrinos en movimiento: Una fusión de tradición y modernidad

Mazu Pilgrimage
La peregrinación a Mazu es una impresionante fiesta de color, música y tradición.

Si bien la esencia de la peregrinación es caminar tras el palanquín, con el tiempo ha evolucionado para adaptarse a los cambios en la sociedad taiwanesa. Hoy en día, junto a los devotos que caminan descalzos o recorren largas distancias, es común ver peregrinos en scooters, bicicletas e incluso automóviles, creando un contraste fascinante entre lo ancestral y lo moderno.

Sin importar el medio de transporte, el espíritu de la peregrinación sigue arraigado en la resistencia y la comunidad. Los peregrinos enfrentan condiciones climáticas impredecibles, largos trayectos por zonas rurales y el agotamiento físico.

A lo largo del camino, los lugareños instalan estaciones de descanso improvisadas, ofreciendo comida, agua, atención médica y palabras de aliento. Estos gestos espontáneos de hospitalidad forman parte esencial de la peregrinación, convirtiéndola en una experiencia compartida.

Más allá de la fe: Un fenómeno cultural

Aunque tiene raíces en el taoísmo, la Peregrinación de Mazu en Baishatun trasciende las fronteras religiosas. Atrae a una diversidad de participantes: devotos, entusiastas de la cultura, fotógrafos e incluso atletas de resistencia, todos cautivados por el desafío, la imprevisibilidad y el sentido de conexión que genera el recorrido.

Mazu Pilgrimage
Templo Beigang Chaotian

Para muchos, esta peregrinación se convierte en una auténtica odisea personal. Su ruta incierta refleja las incertidumbres de la vida, donde la capacidad de adaptación, la paciencia y la perseverancia importan más que conocer el destino final.

Algunos participan en busca de consuelo espiritual, otros por el reto físico y muchos simplemente por formar parte de algo más grande que ellos mismos: una tradición viva, sin guion, que se resiste a ser limitada por mapas o expectativas.

Preservar la tradición en la era de los mapas

En un mundo donde la tecnología permite planificar cada detalle y las rutas están trazadas con precisión, la Peregrinación de Mazu en Baishatun es un recordatorio de que no todos los viajes necesitan un mapa. Su encanto reside en lo impredecible, en la confianza de que el camino se revelará por sí mismo.

A medida que el palanquín avanza entre pueblos bulliciosos, campos silenciosos y carreteras serpenteantes, transporta más que una imagen sagrada. Lleva consigo las esperanzas, los desafíos y la humanidad compartida de quienes lo acompañan, paso a paso, año tras año.

Entrada también disponible en: English Italiano

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