Misión de San Ignacio de Velasco

La Misión de San Ignacio, fundada en 1748 por los padres jesuitas Miguel Areicher y Diego Contreras, es un tesoro arquitectónico en la región. Aunque la catedral original fue destruida por un incendio en 1908, fue reconstruida fielmente por los franciscanos, conservando su esplendor y belleza interior. Destacan sus columnas de madera talladas por manos chiquitanas, su altar mayor cubierto en pan de oro y mica, y las imágenes sacras que invocan la devoción católica. San Ignacio es parte del triángulo misional, una región que incluye otras misiones jesuíticas declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad, como Santa Ana de Velasco, San Miguel de Velasco y San Rafael de Velasco.

San Ignacio de Velasco desempeña un papel fundamental en la ruta de la música barroca en Bolivia. Como sede del Festival Internacional de Música Renacentista y Barroca Americana ‘Misiones de Chiquitos’, esta misión es el epicentro de una manifestación cultural única. La música barroca, considerada el alma de Chiquitos, ha perdurado a lo largo de los siglos como legado de la comunicación inicial entre las poblaciones indígenas y los misioneros. Además, la música autóctona, interpretada con instrumentos como la tamborita y flautas, añade una capa adicional de riqueza cultural a esta experiencia musical en San Ignacio.